Con la celebración de más de 1.000 encuentros al año, Bilbao ha multiplicado por trece los apenas 80 congresos que acogía en 1994. Esta evolución, en un contexto de profunda crisis económica, ha sido posible gracias al esfuerzo realizado por diferentes sectores de la ciudad implicados en la dinamización de la villa, una labor capitaneada desde el Consistorio bilbaíno.
En un artículo publicado recientemente en Deia, una de las vocales de la Asociación Vasca de OPCEs y Directora de Eventia, Berta Alonso, destacaba la labor que en esta dinamización realizan los embajadores, personas que de manera altruista venden la ciudad para que los diferentes encuentros se celebren en ella. Son, efectivamente, el primer eslabón del trabajo de las OPCE’s, encargadas de “organizar y dirigir un evento a gusto de los propios congresistas y de quienes lo organizan”, en palabras de Berta Alonso.
Fuente: Deia